El ser humano forma parte, con
una
limitación en el tiempo y el
espacio,
de un todo que llamamos
universo.
piensa y siente por sí mismo,
como si
estuviera separado del resto;
es como una
ilusión óptica de la
conciencia. Esa ilusión
es una cárcel que nos
circunscribe a las decisiones personales y al afecto hacia las personas más
cercanas. Hay que traspasar sus muros y ampliar ese círculo para abrazar a
todos los seres vivos y a la naturaleza en todo su esplendor.
Albert Einstein.
“Al servicio por un mundo
consciente”